jueves, 29 de enero de 2015

¿A QUE RESPONDE EL FENOMENO OKUPA?



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¿A QUE RESPONDE EL FENOMENO OKUPA? 
Es común encontrar entre la opinión publica el estigma que las y los okupas son perro flautas indeseables y vagas/os que no pegan palo al agua. Pero en los últimos años el incremento que se está dando de personas que viven de este modo es considerable. ¿A qué se debe este fenómeno?
 (esta foto estaría guai modificarla y que solo salga el bocadillo de arriba y en vez de poner una beca que ponga renta de inclusión social)
Es posible que el fenómeno de la okupación responda en algunos casos a que más de una/o haya tenido la osadía de tomarse en serio el artículo 47 de la Constitución: “Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación”.
  Sin embargo, también es posible que haya otros que, visto lo visto, no acaben de creerse que los gobernantes tengan voluntad alguna de hacer realidad  ese derecho. Como consecuencia de ello, okupan. No desalojan a otros de sus viviendas, no privan a nadie de su derecho a vivir en su propia casa, sino  se limitan a vivir bajo un techo. Un techo a menudo abandonado y a la expectativa de algún suculento pelotazo especulador.
Para EtxebizitzaTX, grupo de trabajo del Movimiento Juvenil de la Txantrea y que desarrolla su trabajo en la Oficina de Emancipación, la okupación es un método de emancipación para los jóvenes que nos encontramos con grandes dificultades para llevarlo a cabo por medio de la limitadora oferta institucional, ya que actualmente nos encontramos en un angosto callejón sin salida. A su vez, consideramos que la okupacion también es un instrumento de denuncia, de reivindicación y de lucha contra un sistema que solo vela por los intereses de aquellas/os que más tienen. La okupación es una alternativa necesaria que nace de un acto de desobediencia y que encuentra su legitimidad en un sistema que deja a seres humanos en las calles. La okupación comienza a ser una alternativa, una forma diferente de concebir la vida y la sociedad, los derechos civiles y sociales y las reglas económicas de juego actualmente vigentes.
Hoy por hoy, parece ser que una sociedad no puede subsistir durante mucho tiempo sin que se garantice a la ciudadanía el derecho a la propiedad. Sin embargo, tampoco puede dar la espalda a otros derechos ciudadanos aún más fundamentales, entre ellos, el derecho a la dignidad personal. Toda persona aspira a poder desarrollarse y realizarse digna y plenamente como ser humano. De ahí que se reivindique, por ejemplo, el derecho a la libertad y al honor, a la libre expresión de sus ideas o a la huelga, al trabajo o a la educación. En este mismo contexto, el derecho al disfrute de una vivienda constituye una parte esencial de la dignidad personal y social de los seres humanos, y su reivindicación efectiva no debería sentirse condenada al mundo de lo subversivo y lo marginal.


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